Cuando pasa el tiempo y miramos atrás, todas las cosas que hicimos o dijimos es que nos damos cuenta de lo débiles e insignificantes que fuimos. Cuando recordamos todas esas cosas que hicimos, todas esas cosas que dijimos, todas esas cosas que nos llevaron a ser alguien que no éramos por alguien que no le importaba nuestra existencia es cuando nos damos cuenta de lo mucho que llegamos a humillarnos y de lo poco que nos valoramos como persona, como mujer. Nunca sabes las cosas que eres capaz de hacer hasta que vives el momento y las circunstancias te llevan a hacerlas o a decir lo que no debes. Soy de las que dicen que no es bueno ni sano arrepentirnos de las cosas que hicimos en el pasado ya que en ese tiempo era lo que deseábamos, pero hay cosas de mi vida que me gustaría borrar, cosas que me gustaría que jamás hubieran pasado, personas que pagaría por no haber conocido jamás. Pero no gano nada con ello, sólo afrontarlo y seguir mi camino. De los errores se aprende. De ellos nos hacemos más fuertes y más luchadores y hoy sé que, lo que hice en el pasado, jamás lo volveré a hacer en mi presente. Pensaré en mí antes que en nadie más porque sé que, si no me amo y valoro a mí misma, nadie lo hará por mí. A veces nos convertimos en alguien que no somos por alguien que ni siquiera existe. No vale la pena estar y esperar algo que no camina hacia ti. Ya es tiempo de olvidar las cosas pasadas, de perdonarnos nuestros propios errores y empezar de cero, empezar mejor.Hoy que mis ojos están del todo abiertos, hoy que decido quererme y respetarme es que me doy cuenta de que el tiempo jugará a mi favor.Tenía el corazón enfermo y débil, pero ya está sano y más fuerte que nunca. De todas maneras te agradezco Dios por todo lo que me permitiste vivir. Gracias Señor porque, por todo eso es que hoy me siento mejor persona. Más fuerte. Gracias.
By: Divanna Chicón S.
No hay comentarios:
Publicar un comentario