martes, 27 de marzo de 2012

!Del dolor sí se aprende"


Es tan cierto que del dolor se aprende…
Yo doy testimonio de ello. Es cierto que hay veces que es tan grande el dolor, el sentimiento de angustia, que lo único que deseas es morir o desaparecer. Pero si aprendes a ver más allá del dolor, si enfocas todo en lo que puedes sacar de él, si no permites jamás que tus rodillas se doblen impidiéndote caminar y seguir tu rumbo, el dolor puede convertirse en tu mejor aliado para ser mañana una persona más fuerte y luchadora.
Como todos en el mundo, vivimos decepciones, angustia, traiciones, golpes inesperados… Pero el mundo no se detiene ahí. Debemos sacar fuerza de donde no la hay y dedicarle al mundo esa hermosa sonrisa que todos tenemos. Siempre lo digo: Es un grave error darle una solución permanente a un problema temporal. Las lágrimas de hoy, serán las sonrisas del mañana. Las mentiras que hoy nos dijeron y nos hicieron daño, serán las verdades que mañana nos hagan creer y confiar en los demás. Los golpes que hoy recibimos, serán la mano amiga de las personas que jamás intentarán hacernos daño. La traición de hoy, será la puerta abierta a una relación llena de fe, confianza, comunicación y amor verdadero. No obsesión ni apego a una persona por lo que pueda darnos, sino ese amor que nunca muere y que nos hace sentir mejores personas.
Si, sé que hoy duele mucho y que ya no encontramos qué hacer para calmar tanto dolor, pero nada ganamos con desesperarnos. Todo bajo el cielo tiene su razón de ser. Dios jamás se equivoca, y sólo El sabe qué va a pasar mañana. El jamás nos llevará donde su gracia no pueda protegernos, sólo tenemos que confiar y dejar todo en sus manos.
Yo he vivido los peores momentos de mi vida. He estado a punto de caer y sabía que si caía de la manera en que iba a hacerlo, jamás iba a poder levantarme, pero entendí que NADIE, nadie en este mundo merece mi sufrimiento. Nadie merece que yo decaiga o sufra, y mucho menos una persona para la que no significo nada. Lloré mares de lágrimas por alguien que lo único que me daba era su indiferencia y su silencio. Una persona que jamás valoró ni lo más mínimo de lo que yo hice o le di. Una persona que, con excusas tontas, destrozó en mil pedazos mis sentimientos y me hizo sentir, indirectamente, que no merecía ni su amor ni el de nadie. Una persona para la que yo sólo era una ficha opcional de ese juego de ajedrez que jamás aprendí a jugar. Una persona que se excusaba con un karma que solo estaba en su cabeza porque no era ni sé si llegue a ser capaz, de aceptar que alguien lo ame verdaderamente, y que quiera darle todo lo mejor de si. Una persona que persigue lo malo, porque no es capaz de aceptar que las cosas buenas las merece como todos en esta vida. Una persona que se deja manipular con lágrimas y mentiras… Una persona que no es capaz de ver más allá que lo que sus ojos quieren ver.
Yo di TODO a cambio de nada y eso es justo lo que recibí: nada. Pero bueno, eso es lo que me he tocado y debo, más que querer, estar conforme con ello. No me arrepiento de haberlo dado todo, porque de eso se trata el amor, de dar todo lo mejor de ti y más… De lo que sí me arrepiento es de haberlo dado a la persona equivocada. Pero bueno, Dios tiene el control y conoce esos 3 corazones implicados. El sí que sabe dónde está la verdad y dónde quedó la mentira. El sí que sabe lo que merecemos y lo que no. Y sé que, si ha quitado cosas de mi vida ha sido por una sencilla razón: Soy su princesa preferida (hija de un Rey), y merezco mucho más de lo que yo quería tener. Merezco amar y que me amen. Merezco dar y recibir de vuelta. Merezco todo lo mejor porque yo lo valgo como mujer y como persona. No merezco migajas de nadie porque Dios tiene una pan completo esperando por mi. No merezco sobras de nadie ni desprecio de nadie. No merezco mentiras ni verdades a medias. No merezco mendigar amor…
Y no digo todo esto con dolor ni rencor, lo digo con el corazón lleno de paz y de tranquilidad. Mi corazón nunca ha sentido odio ni rencor por nadie y no creo que exista jamás ninguna persona sobre la tierra capaz de hacer que nazca en mi cualquiera de esos sentimientos. Dios más que nadie conoce mi corazón y sabe todo lo que hay dentro de él. Sabe de mi amor y de todas las verdades que dije, de las mentiras que jamás salieron de mi boca… Las mentiras que me negué a decir.
Pero bueno, me siento libre, tranquila y en paz conmigo porque Dios ha alejado de mi vida todo lo que quitaba mi paz. Dios ha alejado de mi vida todo lo que me estorbaba y llenaba mi corazón de sufrimiento.
Relación tóxica le llama Ana Simo… Y estoy totalmente de acuerdo con ella. Ese es el tipo de relación que viven algunas personas, que vives tu.
Gracias Dios por tanta paz.
*Divanna Chicón S.*

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