martes, 18 de septiembre de 2012

"El Corazón nunca nos engaña"


Hay veces que te presentan las cosas de muchas maneras para hacerte ver o creer algo que tus ojos no ven. Te muestran pruebas escritas, habladas o simplemente te dicen cosas que esas personas piensan, dijeron o escucharon. Pero siempre lo he dicho, cuando el corazón se niega a creer algo es porque el corazón sabe, muy en el fondo, toda la verdad. No necesita pruebas, no necesita palabras, no necesita aclaraciones. Cuando él cree en algo, es porque ese algo es cierto.

Pueden intentar de mil maneras dañar ante tus ojos la reputación de alguien. Pueden distorsionar esa imagen que tienes de esa persona haciéndote creer que todo lo que te dijo no era cierto, o que simplemente esa persona no es como te hizo creer que era, pero el corazón hace un stop y te dice: “¿De verdad vas a creer esa tontería?”, “¿Acaso no vez que nada de lo que está diciendo concuerda?”… Es precisamente eso lo que me dice mi corazón. “¿Realmente vas a creerle a alguien que desde que te conoció empezó a mentir?” Una persona que miente desde el primer día, una persona que no se muestra tal cual es, una persona que engaña con manipulaciones, una persona dolida y sufrida, que lo único que quiere es que sientas el mismo dolor que ella siente… Lo único que va a hacer es mentir hasta más no poder con tal de que creas esa novela que ella/él se inventó en su cabeza.  ¡Tantas fantasías no pueden ser ciertas!

La mejor imagen que podemos tener de una persona es esa imagen que dicha persona nos dio y que nosotros mismo creímos en ese entonces por lo real que era.
No sé si con esto soy ingenua, pero prefiero creerle a mi corazón, que a una persona a la cual no conozco. Prefiero creer en esa corazonada que me dice que una persona no es capaz de hacer o haber dicho todo lo que pueden haberme dicho  que dijo o hizo. Prefiero quedarme con esa imagen que tengo de alguien, porque honestamente, esa es la imagen que me gusta y en la que creo.

La mejor manera de saber si alguien miente o no, es mirarla a los ojos. Los ojos son el espejo del alma, te muestran tal cual eres.

Yo creo que si pagasen por mentir, muchas personas serían millonarias hoy día. ¡Y es que algunas son tan buenas mintiendo! Lástima que muchas de ellas dan  con un arma humana muy buena detectora de mentiras.  Tal vez será porque yo odio las mentiras y no me gusta mentir, o simplemente será porque realmente son  patéticos y malos en ese trabajo de engañar a la gente. Es más fácil descubrir a un mentiroso que a un manipulador.  El manipulador tiene una manera particular de llevar al otro por donde él quiere y a veces cuesta darse cuenta de ese tipo de cosas, o por lo menos a mí. Pero un mentiroso, un mal mentiroso, se descubre tarde o temprano. El mismo cae en su trampa y se pone en evidencia. Gracias le doy a Dios por el corazón que me dio, que cree más en él mismo que en lo que quiere la gente que yo crea. ¿Y saben qué? Aunque me haga la loca, sé más de lo que me dicen.

Yo creo que cuando una persona de ese tipo, de esa especie, siente mucho dolor, lo que más quiere es que el otro sienta igual que ella, que sufra igual. Con todas las mentiras que dicen, lo único que quieren lograr es que el otro se  sienta tan mal como ellos. Pero lo que no saben es que hay personas inmunes a ese tipo de cargas, de resentimientos. Lo que estás sufriendo hoy, es lo que te ha tocado vivir. No tienes que cargar al otro con tu desgracia...



Divanna Chicón S. 

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